martes, 21 de octubre de 2008

EL MOVIMIENTO HUMANO

El cuerpo humano cuando entra en actividad, es decir, cuando los requerimientos en la producción de energía aumentan, prácticamente no existen células, órganos ni sistemas que quedan ausentes o indiferentes a dicho fenómeno: el de producción de energía.

"Podemos afirmar con seguridad que prácticamente toda nuestra conformación biológica esta hecha para producir movimiento, desde el parpadeo, hasta los movimientos intestinales, los del corazón, piernas o brazos y durante el ejercicio, prácticamente nada queda o permanece ausente" (Dr. Hector Croxatto R. Premio Nacional de Ciencias).

Intentando describir lo anteriormente expuesto, podemos decir que en el momento que efectuamos una contracción muscular se secretan a partir del impulso nervioso una serie de neurotransmisores que reclutaran un especifico tipo y cantidad de fibras musculares. Estas consumirán los depósitos energéticos que el músculo posee para posteriormente incorporar glucosa sanguínea a sus procesos de combustión. Simultáneamente los pulmones son estimulados a elevar sus niveles de ventilación y el corazón deberá impulsar mas sangre por latido y por minuto ya que deberá encargarse del transporte del oxígeno necesario al músculo que lo esta requiriendo.

Uno de los aspectos mas trascendente durante el ejercicio es el fenómeno de regulación neurohormonal. La secreción de catecolaminas, (adrenalina y noradrenalina) por parte de las terminaciones nerviosas y glándulas suprarrenales, promueven numerosos fenómenos fisiológicos que van desde la liberación de ácidos grasos desde la célula adiposa, regulan la fuerza contracción y la frecuencia cardiaca y se coordinan con las hormonas pancreáticas (insulina y glucagon) para no dejar al sistema nervioso sin la glucosa necesaria para su propio funcionamiento.

Por otro lado dicho mecanismo, adrenérgico, también activa glándulas sudoríparas para efectos de termorregulación y es responsable de la redistribución de los flujos sanguíneos, aumentando la cantidad de sangre en los sectores mas comprometidos con el ejercicio y disminuyéndola en el resto. Ante dichos fenómenos el riñón se adecua y retiene sodio y disminuye drásticamente la producción de orina evitando la perdida de agua, mediante la acción de aldosterona y hormona antidiurética respectivamente.

Como podemos ver, este fenómeno de integración fisiológica durante el ejercicio físico es digno de estudio y gracias a la investigación científica, la medicina moderna puede utilizar al ejercicio físico como un eficiente método para aumentar la capacidad funcional de órganos y sistemas, por ende resulta un excelente método preventivo de enfermedades, promueve la salud y mejora la calidad de vida del ser humano

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